domingo, 27 de abril de 2008

La drantágora

Muchas leyendas recorren el mundo de Black Hammer.

La cerrazón de sus ciudades, el aislamiento milenario que sólo puedeser roto por la llegada de la Caravana o un ataque esporádico de alguna criatura enloquecida por la Plaga, crean un ambiente oscuro y opresivo en la que los rumores se mezclan con las leyendas, las verdades se ocultan detrás de mentiras y las mentiras, al fin, se vuelven realidad.

Una de esas leyendas es la drantágora, y es quizás, una de las más susurradas en las tabernas y posadas de cada ciudad.

Lo es por dos motivos, por que afecta a los dragomadas, y por las terribles consecuencias que tendría si fuese verídica.

Todo lo que rodee a los dragomadas es objeto de estudio, especulación y rumorología, pero cuando una leyenda pone de manifiesto que quizás la única raza que todo el mundo acepta posea una agenda secreta, el mundo entero se estremece.

Cuenta la leyenda de la drantágora que hubo una vez una ciudad rebosante de poder y orgullo, alzada por las manos de los esclavos de una raza milenaria.

Sus torres de piedra verde podían verse a muchas millas de distancia. Sus cúpulas resplandecían, reflejando la antigua magia que las llenaba.

En su interior, sus habitantes, con su cohorte de esclavos y bestias sirvientes, resistieron la llegada de la Plaga sin apenas ningún efecto sobre su ya aislado estilo de vida. Era una sociedad hedonista de un gran poder, que siguió manteniendo su estilo de vida durante siglos tras la llegada de la Plaga. Creían ser los únicos supervivientes, y ni una sola vez se molestaron en mirar hacia el exterior.

Continuaron con sus experimentos bajo las grutas selladas, sus invocaciones de demonios del caos y sus torneos de carreras de dragones.

Su egocentrismo fue roto con la llegada de los dragómadas.

Ebrios de soledad y poder, esa antigua raza aceptó la llegada de la caravana en la medida que les permitía conseguir mejores vinos, joyas y artilugios.

Poco a poco, sin embargo, entre la élite dirigente fue calando un sentimiento de temor. Una raza de origen desconocido que podía, ella sola, sobrevivir a la Plaga y reunir el conocimiento de todas las ciudades que sí que habían sobrevivido.

Decidieron prontamente terminar su relación con los dragómadas, y para dejar claras sus intenciones, capturaron a todos los miembros de la última caravana, y los sacrificaron en sus rituales.

Durante años la ciudad de las verdes torres siguió aislada, y sus habitantes, en su círculo de diversiones hedonista y y su estilo de vida retirado.

Pero un día una caravana llegó a las puertas de la ciudad. Una sola carreta tirada por dos bestias de carga.

Desoyendo la voz de los profetas de su ciudad, los regentes abrieon las puertas, dispuestos a deshollar a aquellos que les habían desobedecido.

Cuando se arrojaron sobre la carreta para apresar a sus conductores, sólo un extraño objeto les esperaba. Un enorme huevo más grande que el de un dragón, con aspecto rocoso.

Dicen las leyendas que el huevo era un regalo de los dragómadas para la ciudad. Un regalo de demostraba sin lugar a dudas que quienes amenazasen a los dragómadas se encontrarían rente a una raza de seres vengativa, resuelta y curtida por los horrores de la Plaga.

El huevo eclosionó, y de su interior surgió una bestia que recibe el nombre de drantágora.

Una bestia que, según dicen, exterminó a toda la ciudad, a sus legiones de esclavos, y a su horda de bestias sirvientes.

Que resistió la magia milenaria, y que ahora mismo mora, vagando por las ruinas repletas de riquezas, esperando a que sus amos vuelvan a reclamarla, y capturando a los pocos supervivientes que han quedado ocultos en las cavernas y los edificios derruidos.

Dicen tambien esos rumores, que si alguien averigua el nombre de la ciudad, los dragómada estarán obligados a transportarles hasta allí.

Varios grupos de aventureros, dicen esas mismas malas lenguas, han partido en busca de los secretos de la drantágora, y los tesoros de la ciudad de las verdes torres.

Pero nadie en todas las ciudades de Black Hammer afirma haberla visto, aunque en ocasiones, algún extraño objeto de magia extraña aparece en algún lugar del mundo.

martes, 22 de abril de 2008

Jonh c. Wright Vs Ian Banks

Si hay dos autores que me han hecho redescubrir la ciencia Ficción en la última década son Ian M. Banks y Jonh C. Wright.

Sus novelas, partes de sus respectivas sagas, nos transportan a mundos increíbles muchos siglos (milenios) por delante de nuestra época. En ellos, la civilización humana se ha expandido por el cosmos, y ha desarrollado toda una cultura estelar.

Su forma de escribir, unida a la impresionante descarga de imaginación con la que nos bombardean en cada página, convierten para mí sus obras en una fuente de maravilla que leo avidamente.

Sin embargo, lejos de hablar de su obra literaria, hoy me gustaría hacer incapié en las ideas políticas de cada uno, y cómo las plasman en sus creaciones.

Ambos, como hemos dicho, crean a nuestro alrededor una trama de dimensiones colosales, con el escenario de la Galaxia de fondo, y nos presentan civilizaciones que nos parecerían maravillosas por su libertad, sus logros y sus posibilidades.

Sin embargo, de fondo, cada uno de ellos basa estas civilizaciones en un paradigma económico, en un modelo social distinto.

Wright despliega en su sociedad futurista los paradigmas del libre mercado y el neoconservadurismo estadounidense llevándolos a su máxima expresión. Así, es propio de la trilogía de este autor encontrar héroes solitarios que luchan por la libertad individual, y un modelo económico en el que, casi literalmente, los ciudadanos tiene que pagar hasta por respirar.

Eso no ha impedido que la civilización se desarrolle, sin embargo, sí existen monopolios irrompibles y una carencia de posibilidades a quienes carecen de medios económicos.

Las IA de su obra son garantes de ese modelo, y actúan para mantener la libertad de las personas, y del capital.

El prolífico Banks, por contra, basa su serie de la Cultura en una civilización que podríamos definir como comunista, o anarquista. Los garantes de esta civilización no son otros que las Mentes, IA´s hiperdesarrolladas que permiten a todos los ciudadanos acceder a todo tipo de entretenimientos, aventuras y psoibilidades sin que medie dinero por medio. Ellos se refieren a la época del trabajo pagado y el dinero como la época de la escasez.

En mi opinión, llegados a un punto como el que ambas novelas describen, con la energía de las estrellas, la materia de los planetas y la inteligencia de las IA´s, el modelo basado en el dinero (tome la forma que tome no tiene sentido). Llegaríamos sin duda, a una sociedad anarquista en la que la riqueza sería tan grande que la propiedad privada sería más bien un conjunto de convenciones sociales, antes que de derechos legales.

Si puedo fabricar lo que desee, en la cantidad que desee, y en el lugar que desee, poseo toda la energía y el espacio que necesite ¿para qué voy a necesitar dinero?

El trabajo sería, al fin, un medio de realización y para sentirse útil, más que una carga que nos garantizase unos bienes que la sociedad posee la manera de producir de forma sencilla e ilimitada.

Sea como sea, ambas obras son altamente recomendables y os animo a leerlas y a sumergiros en sus mundos que, quien sabe, quizás algún día se conviertan en una realidad.

sábado, 5 de abril de 2008

Peligro en el colisionador de Partículas (LHC)

Parece que no van a conseguir parar su comienzo. Podría ser, según dicen, como jugar a la ruleta rusa con dos balas.

http://www.adn.es/mundo/20080402/NWS-0306-LHC-probabilidad-laboratorio-extinguir-tierra.html

http://www.adn.es/tecnologia/20080402/NWS-0649-CERN-pasado-pasar-puede-haya.html

Lo malo es que como una acierte será la muerte de todos nosotros.

jueves, 3 de abril de 2008

Internet vs Televisión

¿Por qué a muchos nos parece mucho mejor Internet que la Televisión?

En mi caso, por dos razones muy fuertes.

La primera, con Internet yo puedo participar, como estoy haciendo, para crear mis propios contenidos, mi propio entretenimiento para los demás.

La segunda, imagino las grandes cadenas de televisión dirigidas por un puñado de diretivos que deciden lo que se va a ver esa semana, y la siguiente, y la siguiente.

Puede haber variaciones por baja audiencia, pero siempre se igue un patrón y los límites están muy marcados.

Si quiero ver un documental en la tele un miércoles a las 10 de noche, como mucho, tengo que quedarme en La 2.

Si quiero reirme a las 5 de la mañana, en lugar de ver esos horribles concursos, ¿qué hago?

¿Y si me apetecen noticias, o un debate, o deporte cuando ellos deciden por mí que tengo que estar viendo a gente hacer el cafre, o la décima reposición de la Jungla de Cristal III, o lo que sea?

Internet es la libertad, construida por todos nosotros, por cada uno de nosotros.

Por eso imagino que van a intentar controlarla, y si no pueden, limitarla para que sigamos teniendo que ver, escuchar y consumir lo que ellos decidan por nosotros.

Me viene a la mente una frase que dice así: Decide tu futuro tú mismo. Porque si no, otros lo harán por ti.