lunes, 27 de septiembre de 2010

El Pais - Alarma por un virus pensado para el sabotaje industrial y la ciberguerra

Alarma por un virus pensado para el sabotaje industrial y la ciberguerra

Stuxnet, así se llama un virus del que ya se conocía su existencia en junio pero que ha desatado la alarma de los expertos a medida que han analizado su potencial destructivo. La mayor novedad que presenta es que, según Financial Times, no busca infectar un ordenador doméstico si no atacar los equipos de una industria hasta su destrucción. El virus se expande sin necesidad de Internet. A través de un simple USB, cuando se conecta al ordenador busca un determinado programa de la empresa Siemens, una herramienta clave en el control de oleoductos, centrales eléctricas e instalaciones industriales. Algunos medios aseguran que una central iraní habría sido uno de sus objetivos, pero este extremo no se ha confirmado. Siemens ha declarado que su programa no ha sido suministrado a la citada central. Las autoridades iraníes negaron de entrada que la central fuera víctima del virus, aunque posteriormente admitieron que había contagiado equipos ajenos a los principales sistemas de la planta. Las autoridades iraníes ha reconocido estar padeciendo un ataque informático ya que más de 30.000 direcciones IP de centros industriales del país se han visto afectadas. Las mismas autoridades aseguran, sin embargo, que los cortafuegos de sus sistemas han combatido con eficacia la expansión del mismo. La empresa alemana ha asegurado que tiene noticias de 15 clientes infectados, "pero en ningún caso ha habido consecuencias para la producción de las empresas contagiadas". Siemens ha elaborado un antídoto este mes y desde su instalación no ha recibido más noticias de infecciones entre sus clientes. El virus aprovecha una vulnerabilidad de Windows para penetrar en los ordenadores. La citada vulnerabilidad ha sido corregida. Al margen de los daños que haya podido causar su expansión, lo que preocupa a los expertos es el salto que supone en la ingeniería de los virus informáticos. Se trataría de un programa malicioso pensado directamente no para el espionaje industrial si no para la destrucción de una instalación y su eventual uso en un ataque cibernético. Hay precedentes de ataques, por otros mecanismos, como los sufridos en las redes de comunicación de Estonia y Georgia. Stuxnet es el primer virus que tiene las características de una arma para la ciberguerra. "No es una especulación que se trata de la primera arma de ciberguerra", asegura un experto norteamericano y afirma que las únicas dudas son: contra quién se ha utilizado y quién es su autor. Los expertos están convencidos de que no se trata de una creación personal, sino que detrás de su aparición hay un grupo de imprecisas características. En el terreno de las hipótesis no se descarta que esté asociado a una unidad gubernamental de un Estado que quiera combatir de esta manera a sus enemigos (el hecho de que Irán sea la principal víctima por ahora, refuerza esta sospecha), a un grupo terrorista o a una mafia que planee emplearlo para la extorsión.

EL PAÍS (27-9-2010)

Stuxnet ataca un programa de gestión de centrales eléctricas, oleoductos y conglomerados fabriles.- Irán admite ser víctima del mismo

Información obtenida de El País



sábado, 25 de septiembre de 2010

La ciencia en Occidente es dejada de lado

El capitalismo ha cavado su propia tumba, y nuestros líderes la han certificado con sus políticas preestablecidas para enfrentarse a la crisis.

La Crisis, ese gran enemigo de Occidente derivado de otro mucho mayor, y menos visible, que es es la autocomplacencia mezclada con la avaricia de nuestro sistema liberal.

Durante décadas nos han preparado para ser los ciudadanos perfectos para el capitalismo, consumir mucho, especializarnos en nuestras tareas productivas, consumir más, seguir especializándonos.

Hemos creado un sistema que alienta ciudadanos sin capacidades fuera de sus ámbitos, de sus reducidos ámbitos, y desalentado todo lo que no sea producción en masa, educación en masa, pensamiento en masa.

Los capitalistas dicen que somos distintos al comunismo, hombres libres, autónomos, individuales…,mentira, la gran masa somos meros ciudadanos consumidores. Es así como nos querían y es así como nos han producido.

Consumir más, más rápido, más compulsivamente.

Y así llegamos a la crisis, endeudándonos como locos, dejadme repetirlo, como LOCOS, y el sistema se está viniendo abajo, porque los diseñadores de este sistema no tienen otras ideas para sustituirlo. Sólo intentar revivirlo, reanimarlo, o al menos, prolongar su agonía el máximo tiempo posible.

Los pensadores de este sistema han sido instruidos para elaborar teorías que debían mantener la tapadera de que todos somos hombres libres. Mientras los verdaderos beneficiados del sistema que han diseñado a su gusto ganan más y más cada día (no hay más que ver el estudio que la revista Forbes realiza cada pocos meses sobre los hombres más ricos).

Y mientras sus fortuna crecen, creemos ser libres.

¿Pero sabéis lo peor?

Que hasta ellos son hombres muertos, económicamente hablando. Pronto sus fortunas les serán arrebatadas.

Donde ahora vemos sólo la amenaza asiática de la deslocalización, que manda a tantos hombres y mujeres al paro, en breve empezaremos a ver cómo sus empresas empiezan a amenazar muy seriamente a las empresas y fortunas occidentales.

Pensadlo bien, ante esta crisis, las empresas de occidente, y sus gobiernos, han afrontado la crisis como ellos saben, recortando sus presupuestos de I+D+i, de educación, de formación…justo lo contrario de lo que deberían hacer.

España no es una excepción. Nuestro Gobierno, acosado por mercados, sindicatos y datos económicos, va a reducir nuestra única esperanza para que en el futuro no se repita una crisis como esta. Nos está dejando en una posición de indefensión de cara a futuras crisis.

Porque lo que se van a necesitar en el futuro son ingenieros, médicos, investigadores, físicos, astronautas, matemáticos, programadores, y sin embargo, nuestras empresas, con ayuda de esos mismos líderes del liberalismo, con ayuda de los pensadores que han defendido estas políticas, lo que van a tener esas empresas es un ejército de parados sin cualificación técnica, sin capacidad ni ganas ni motivación, y seremos incapaces de hacer frente al ascenso de las empresas y gobiernos como China, India, Brasil, Corea.

Estas naciones, sus empresas, no sólo cuentan con recursos humanos infinitamente superiores en número, sino que ya están mucho más preparadops que nosotros, y mucho más motivados.

Nuestra única ventaja, nuestra tecnología y nuestros sistemas de organización se vendrán rápidamente abajo si no revertimos rápidamente esta penosa situación de ciudadanos indefensos y desinformados.

Si no conseguimos ilusionar a los ciudadanos occidentales en los próximos cinco años, si no conseguimos cambiar en menos de tres el sistema educativo, y adecuarlo para que formen a personas capaces para lo que en la próxima década España y Europa necesitarán para revivir sus sistemas de diseño y servicios.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Logros

Me da mucha pena ver ciertas cosas que están a la orden del día.

Hoy nos asalta la noticia de que toda una generación de jóvenes está incapacitada para incorporarse al mercado laboral, por la crisis, y por las deficiencias que sus padres han tenido en su educación social.

Ayer eran los liberados de la Comunidad de Madrid quienes ponían el grito en el cielo por defender su derecho a no trabajar y el día 29 serán los sindicatos los que quieran defender su derecho a que los demás no ejerzamos nuestro derecho a trabajar.

Demasiada gente que confunde trabajo y esfuerzo on algo malo, cuando es, en realidad, una forma de obtener logros.

Sea trabajando para una empresa, por cuenta propia o simplemente trabajando por la sociedad, es nuestro esfuerzo por onseguir los logros máximos de los que somos capaces lo que da sentido a nuestra vida.

Olvidaos de lo que os han contado de que hay que vivir día a día, cuando muráis habréis dejado detrás vuestro el qué...¿nada?

Os han vendido la moto consumista, consumor productos, consumir amigos, consumir experiencias, consumir...dejadme que os hable de otra forma de vivir.

Una vida de responsabilidad y mejora, una vida de respeto y de esfuerzo, cuyos frutos son mucho más duraderos, mucho más importantes y tienen un impacto mucho mayor en la felicidad que consumir sin parar y trabajar y vivir para consumir.

Dejadme que os hable de una vida donde los logros abren puertas hacia nuevos logros, donde el trabajo tiene una recompensa mucho mayor que el mero sueldo a fin de mes. Donde el trabajo abre puertas a la felicidad.

Y la felicidad no depende de un producto, de un viaje efímero o de un polvo rápido.

Dejadme que os hable de logros sin par, de curar las enfermedades que aquejan a vuestros seres queridos, de alcanzar Marte, de levantar una empresa, verla crecer y prosperar, y dar empleo y crear riqueza para todos, para la Sociedad.

Dejadme que os hable sobre el mejor premio del esfuerzo en los estudios, en le trabajo, en la vida...la satisfacción de saber que lo que haces, por poco que pueda parecer, es una montaña que sirve para cambiar el mundo entre todos.

Cada día, cuando me despierto, afronto la jornada con la esperanza de sentir ese sentimiento que va mucho más allá de hacer un trabajo rutinario, con la esperanza de hacer algo, un poquito más, que cambie el mundo.

De eso es de lo que no entienden ni sindicatos ni patronales, de logros.

Ellos sólo entienden de dinero, y de su derecho a no trabajar, y de vivir a osta de los demás.

En medio, buenos empresarios, buenos trabajadores, que son apaleados e insultados por quienes no entienden que lo más importante que puede hacer una persona en la vida es dejar una huella en el mundo.

Que quienes gastan su vida entre cafés en horas de trabajo, quienes desperdician su tiempo esgrimiendo su derecho a no hacer nada y a vivir de los demás, quienes tiran su vida, creyendo que aprovecharse de los otros, sea desde el sindicato, desde la tribuna o desde un despacho de dirección, esos, merecen justo lo que se están ganando a pulso.

Que el mundo les olvide, incluso en vida.

Recordadlo, el mundo recordará a los que lo cambien.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Nos necesitamos

Parece mentira de que todavía no os hayáis dado cuenta de que nos necesitamos.

Me sorprende la absoluta ceguera de todos los estamentos sociales ante el simple hecho de que no salimos de esta crisis si no empezamos a ayudarnos todos unos a otros.

Sindicatos, empresas, políticos, trabajadores, ciudadanos, bancos...todos perderemos mucho en los próximos meses y años.

La pregunta es si estamos dispuestos a hacer los sacrificios y concesiones que TODOS tenemos que hacer para pasar esta travesía en el desierto con brevedad, y empezar a hollar ya los campos fértiles de un futuro prometedor, o seguiremos discutiendo por los escasos cactus que ahora estamos encontrando en el camino.

Unos quieren quitar liberados para distraer de otros temas a los medios, otros hacer una huelga para arrastrar a los trabajadores, los unos quieren hundir la economía y a quienes les sostienen por llegar al gobierno, y el Gobierno se ve solo y despedazado y plegándose intentando sobrevivir.

Todos arrimamos el ascua a nuestra sardina, sin darnos cuenta que poca lumbre queda, y menos sardina.

La única forma de salir es unir fuerzas y esfuerzos, inteligencia, valor y honor y empezar a trabajar juntos.

Esto no es una barca, no llega ni a patera, y es culpa nuestra, de cada uno de nosotros, que sea así.

Nos conformamos con ser mediocres y egoístas, soñando con que otros nos saquen de la crisis, mirando con miedo como se recortan derechos y libertades, y oportunidades, para todo el mundo. De esta no se salva nadie, y el dinero, las posibilidades y el tiempo que estamos perdiendo todos enfrascándonos en esta situación triste y estúpida de ceguera perpetua no nos lo devolverá nadie.

Lo perdido, perdido quedará. Eso no nos lo devolverá n ni los sindicatos, ni el Gobierno, ni la oposición, ni estatutos, ni huelgas, ni ERES, ni nada que no sea trabajar duro teniendo muy en cuenta las necesidades de cuantos nos rodean.

Cuando pienso en el mundo que podríamos tener, un mundo de libertades, conocimiento, riqueza y sueños hechos realidad, y miro el que tenemos, viene a mi mente que el hombre en general y los españoles en particular, padecemos la mayor ceguera que puede sufrir un pueblo.

La ceguera de no saber, de no querer saber, de no querer hacer.

La ceguera del YO, que nos impide ver el NOSOTROS.

Esa ceguera que nos metió en la crisis, y que nos impide salir, que no nos deja ver que los logros que podemos alcanzar juntos, superan con mucho los sueños más ambiciosos que tenemos separados.

miércoles, 1 de septiembre de 2010