domingo, 11 de septiembre de 2011

Fracaso personal

No puedo calificarlo de otra forma.


De niño hice la promesa de que daría mi vida a la protección de la Naturaleza, que salvaría a los seres vivos acosados por la amenaza humana.


Prometí que en la hora de mi muerte estaría en plena naturaleza luchando por ellos.


Sin embargo, con una edad considerable transcurrida y con una más considerable todavía serie de responsabilidades ya a mis espaldas, puedo decir que hasta el momento he fracasado.


Lo que he hecho apenas puede llamarse de lucha ambiental, y mis logros son bastante exiguos.

La vida, los estudios, la familia, el trabajo, me han ido alejando de aquellos sueños de niño, perdidos en bosques y montañas, navegando por encima de las aguas perladas de los océanos, o explorando sus insondables profundidades en busca de unos de esas millones de especies todavía sin descubrir.

Queda tiempo, todavía puedo lograr entregar mi vida al bien común más puro, que no es otro que cuidar a la gente a través de la lucha por salvaguardar el aire que respiran, el agua que beben, la comida que comen o conservar los bosques y animales que curan nuestro espíritu y sanan nuestras almas.


Todavía queda tiempo, pero cada día, me queda un día menos para demostrar que mi palabra dada, no fue en vano, y que, por fin, puedo ser útil a este planeta que nos trajo a todos nosotros a la vida.

No hay comentarios: