Abandonados por todos, empresas, políticos y medios de comunicación, nuestros barrios languidecen en una crisis en la que nos han metido los que sólo miran por el dinero, y se olvidan de las personas.
La única salida es que ahora seamos nosotros los que cuidemos de nuestros barrios, de nosotros mismos y de nuestros vecinos y familiares.
Debemos superar el egoismo en el que nos han metido con tanta publicidad, tanto marketing y tanta fanfarria mientras podían sacarnos el dinero, y dedicarnos a cuidar nuestros barrios, a volver a los tiempos en los que podías confiar en la gente que te rodeaba.
Debemos, más por necesidad que por otra cosa, demostrar que sabemos cuidarnos sin los citámenes de los políticos, sin el agobio opresivo de las grandes empresas y el bombardeo de los medios de comunicación de masas.
Cuidar lo nuestro, ayudar a los demás y colaborar con las iniciativas que se basan en darle al ciudadano más libertad, información y capacidad de ser feliz y libre.
Una buena forma, cuidar nuestro barrio, nuestro entorno, y de los que nos rodean.
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